WAYNE RAINEYWayne nació el 23 de octubre de 1960 en el Downer Community Hospital,
cerca de Los Ángeles, California. La primera moto que tuvo Wayne fue a
la edad de 6 o 7 años. La moto era una Honda de 50 cc y fue modificada
por su padre, Sandy Rainey.
Wayne empezó a correr en distintas categorías: 60, 80, y 100 cc.
Cuando cumplió los 13 años corrió en 125 cc. Dos años antes, Wayne
conoció a un chico de Upland, el muchacho se llamaba Eddie Lawson.
Eddie, siendo mayor que Wayne, siempre corría en una categoría superior
hasta que llegaron a la cima de la competición, el Campeonato del
Mundo. Fotos
Cuando probó suerte en la velocidad todo el mundo se dio cuenta de
que era una promesa y que podría llegar muy alto en esa especialidad.
Fue en el año 1982 cuando debutó en el Campeonato Nacional de EEUU con
una Kawasaki, quedó tercero y ganó su primera gran victoria en la
velocidad.
Al año siguiente, Wayne, ganó el Campeonato Nacional, lo que le dio el
empuje para ir a los GP's (1983). Empezó en la categoría de 250 cc con
una Yamaha y la suerte no le acompañó, aún así consiguió un tercer
puesto en el Gran Premio de Italia, en el circuito que más tarde le
daría un duro revés, Misano.
En el 1984 volvió a los campeonatos americanos sin excesiva suerte,
estuvo corriendo el Campeonato Nacional hasta el 1988, año en qué
volvió a los GP's pero esta vez encima de una Yamaha de 500 cc. En su
primer año en el mundial no ganó ninguna carrera pero logró terminar
tercero en la general, nada mal teniendo en cuenta que era su primer
mundial de 500 cc.
Su primera victoria llegaría el 16 de abril de 1989 en un circuito
cercano al lugar en qué nació Wayne, Laguna Seca. Ese año ganó 4
Grandes Premios y terminó en 2ª posición, por detrás de Eddie Lawson,
que ese año conseguiría su 4º y último título mundial. 1990 fue el año
de Wayne, ganó 7 Grandes Premios y finalmente consiguió su corona
mundial.
En 1991 repite el título con 6 victorias y sale 6 veces desde la
primera fila de la parrilla. En el año siguiente las cosas se le
pusieron más difíciles, Mick Doohan estaba haciendo una gran temporada
y parecía que nada le iba a parar. Fue en el GP de Holanda, en el
circuito de Assen, donde el campeonato dio un fuerte giro. Mick Doohan
salió de Assen con una lesión muy grave que apunto estuvo de costarle
su carrera deportiva. Wayne volvió a ganar el que sería su último
mundial.
En 1993 las cosas parecían irle mejor a Rainey. Schwantz, su eterno
rival estaba bastante controlado, Mick Doohan aún arrastraba su grave
lesión y se recuperaba poco a poco pero aún estaba lejos de su mejor
momento. La desgracia se cebó esta vez con Wayne, fue el cinco de
setiembre de 1993, en el circuito que lo vio subir por primera vez en
el podio del mundial. En Misano tuvo una grave caída que le dejó en una
silla de ruedas y que terminó con la carrera deportiva de uno de los
más grandes pilotos de toda la historia.
ÁNGEL NIETO Nieto nació en Zamora el 25 de enero de 1947, aunque su familia se
trasladó muy poco después a Madrid, concretamente al popular barrio de
Vallecas, en el que Ángel creció. No fue un buen estudiante y tras
ejercer distintas ocupaciones pasó al taller de Tomás Díaz-Valdés,
luego popular periodista del mundo del motor, que le ayudó en sus
comienzos.
En los primeros sesenta tomó una decisión fundamental: trasladarse
a Barcelona. Quiere ser piloto de motos y las fábricas están en la
Ciudad Condal. Es fácil imaginar lo que debió sentir Ángel, entonces un
chaval, al dejar a su familia para vivir en condiciones muy precarias
en una ciudad desconocida, pero su pasión por las motos pudo más.
Trabajó como mecánico en Bultaco, primero, y luego en Derbi, marca con
la que dio los primeros pasos ´serios´ en la competición.
En 1964 sorprende a propios y extraños con su quinto puesto en la
carrera de 50 c.c. que se disputa en Montjuïc, codeándose con todas las
figuras del Mundial. Ángel tiene prisa por destacar y arriesga para
estar delante, así que no es extraño que pague su fogosidad con caídas.
Ese mismo año hace también sus primeros pinitos en el extranjero.
Primeros títulos nacionalesPero Nieto sigue siendo un mecánico de Derbi, empleado en el
departamento de competición, y él lo que quiere es dedicarse sólo a
correr, así que deja la marca vallesana y se marcha a Ducati-Mototrans,
con la que compite en 1965 y 1966, años en los que acaricia el título
de España. En 1967 vuelve a Derbi, ya sólo como piloto, y responde a la
confianza en él depositada adjudicándose los títulos nacionales de 50 y
125 c.c. Además, sube por primera vez al podio en el Mundial gracias al
tercer puesto que conquista en su circuito favorito, la mítica
´catedral´ de Assen.
En 1968 la Federación Internacional introduce cambios
reglamentarios que penalizan a las entonces intratables Suzuki, lo que
permite a Kreidler y Derbi luchar por el podio en todos los grandes
premios. Nieto sigue fogueándose frente a las grandes estrellas de la
época y adquiriendo experiencia, siembra que dará fruto en 1969, año
histórico en el que logra su primera victoria en el Mundial, en el
circuito alemán de Sachsenring, y después el título de 50 c.c., el
primero de un español.
Es sólo el primer capítulo de un largo e intenso libro. En 1970
vuelve a ceñirse la corona y en 1971 tiene que ceder en 50 c.c. ante
uno de sus grandes rivales, el holandés Jan de Vries, aunque a cambio
se proclama campeón mundial de 125 c.c. Mejor aún le fue en 1972, año
en el que conquista el doblete pero que termina de forma agridulce para
Nieto, al anunciar Derbi su retirada del panorama internacional cuando
el zamorano se preparaba ya para saltar a 250 c.c.
Años amargosÁngel se marcha a Morbidelli pero acusa el cambio de marca: sólo
puede ser séptimo en 125 c.c. En 1974 Derbi acepta volver al Mundial,
pero sólo en 125 c.c. y con motos no demasiado competitivas. Ángel
tiene que conformarse con el cuarto puesto final. Dos años de sequía
pesan como una losa para un piloto ambicioso y competitivo como Nieto,
que acepta retornar a 50 c.c. de la mano de Kreidler para asegurarse
una máquina puntera. Consigue el título, aunque él mismo siempre ha
reconocido que no le hizo la ilusión que los anteriores.
En 1976 Bultaco compra el departamento de carreras de la firma
italiana Piovaticci y entra a lo grande en el Mundial, con Nieto como
piloto. Ángel consigue el título en 50 c.c., el séptimo de su carrera,
y es subcampeón en 125 c.c., tras uno de sus rivales más duros, el
italiano Pier Paolo Bianchi.
En 1977 convence a Bultaco para que fichen a Ricardo Tormo, un
joven talento valenciano que le ayudará en una temporada muy difícil
debido a las superioridad de las Kreidler y las Morbidelli. A pesar de
ello, Nieto retiene el título de 50 c.c., aunque sólo puede ser tercero
en 125 c.c., categoría en la que vuelve a imponerse Bianchi.
De Bultaco a Minarelli1978 es un año para olvidar. Tormo se queda como único piloto de
Bultaco en 50 c.c. mientras que Nieto, siempre ilusionado con subir de
categoría, concentra sus esfuerzos en 125 c.c. Pero mientras Ricardo
pasa con sobresaliente el examen y consigue el primero de sus dos
títulos mundiales, Ángel tiene que bregar con una moto poco
competitiva. La situación es desesperada y el zamorano abandona el
equipo a media temporada para fichar por Minarelli, donde tiene la
obligación de ayudar a Bianchi. El italiano, presionado, sufre un grave
accidente y el título acaba en las manos de otro piloto transalpino,
Eugenio Lazzarini.
En 1979 Nieto ya es el número uno de Minarelli. Ángel no deja
escapar la oportunidad y se anota el título de 125 c.c. tras imponerse
en ocho carreras, nada menos... Y eso que tuvo que vencer la
resistencia de las rapidísimas Motobécane, que fueron pilotadas
sucesivamente por los franceses Espié, Rougerie y Bertin.
El salto a 250 c.c.1980 es un mal año. El título es para Bianchi, que se toma cumplida
venganza ayudado por su rapidísima MBA. Pero en 1981 las aguas vuelven
a su cauce y Nieto recupera el cetro con la colaboración de su
compañero de equipo, Loris Reggiani, con el que Ángel se compenetró a
las mil maravillas. En 1982, 1983 y 1984 Nieto volvió a proclamarse
campeón del ´octavo de litro´ a los mandos de las Garelli, las
sucesoras de las Minarelli, pero su ilusión estaba en las cilindradas
superiores. El piloto español ya había enseñado los dientes en 250
c.c., cuajando grandes actuaciones a lomos de las Siroko de Antonio
Cobas, y también en 500 c.c.
En 1985 pudo concentrarse por fin en el ´cuarto de litro´. Fue una
temporada difícil, que Nieto afrontó penalizado por las secuelas del
grave accidente que sufrió en el último Gran Premio de 1984 y en la que
contó con una Garelli poco competitiva. Se resarció al imponerse en la
carrera de 80 c.c. del Gran Premio de Francia, que disputó a lomos de
una Derbi. Fue un momento histórico, el reencuentro del maestro con el
equipo que le vio crecer...
La retiradaNieto afronta el año 1986 con la moral por las nubes y el doble
reto de 80 y 125 c.c. Es en la cilindrada pequeña donde cifra sus
mayores esperanzas, pero Ángel tiene que ceder ante el empuje de su
joven compañero de equipo en Derbi, Jorge Martínez, más conocido como
Aspar. El zamorano entiende que ha llegado la hora de la despedida y
decide colgar el casco.